Scrum es el marco más popular de las metodologías Àgiles. Es una metodología adaptativa (promueve la adaptación contínua), iterativa (varias repeticiones), rápida, flexible y eficaz, diseñada para ofrecer al cliente/usuarios un valor significativo de forma rápida y a lo largo del proyecto.
Scrum asegura la transparencia en la comunicación y crea un ambiente de responsabilidad colectiva y el progreso continuo. El marco de Scrum, tal como se define en la Guía de SBOK, está estructurado de tal manera que apoya el desarrollo del producto y servicio en todo tipo de industrias y en cualquier tipo de proyecto, independientemente de su complejidad.
Un proyecto Scrum implica un esfuerzo colaborativo para crear un nuevo producto, servicio u otro resultado, tal como se la defina en la declaración de la visión del proyecto. Los proyectos se ven afectados por las limitaciones de tiempo, costo, alcance, calidad, recursos, las capacidades organizacionales y otras limitaciones que las hacen difíciles de planificar, ejecutar, gestionar y finalmente tener éxito. Sin embargo, la exitosa implementación de los resultados de un proyecto terminado, le proporciona beneficios importantes de negocio a una organización. Por lo tanto, es importante para las organizaciones seleccionar y practicar una metodología de Dirección de proyectos apropiada a sus objetivos y entorno.
Una de las fortalezas clave de Scrum radica en el uso de equipos multifuncionales, auto-organizados y empoderados que dividen sus trabajos en ciclos cortos y concentrados llamados Sprints. El enfoque de Scrum, en la Entrega Motivada por Valor ayuda al Equipo Scrum a entregar resultados de forma rápida y eficaz.